"El compromiso de la familia con los logros y el bienestar de sus hijos mejora su rendimiento académico y su desarrollo emocional."
La participación y la implicación de las familias en la educación de los hijos y en la escuela, también incide en las escuelas: mejora el
clima en ellas y en las aulas. Ello afecta a los docentes, que
reducen su estrés y mejoran su bienestar emocional. En definitiva, con una
eficaz implicación de las familias, mejora el rendimiento académico de los
alumnos en un 30%. Del mismo modo, tener familias implicadas, también supone un
impacto en el centro educativo. Ello supone que aquellos alumnos que se mueven
en un nivel de suspenso pueden pasar a aprobar y aquellos alumnos que se sitúan
en las zonas medias, pueden llegar a ser excelentes en sus notas. Más
beneficios: en Estados Unidos se estima que el impacto económico en el centro
educativo de cada familia implicada equivale a 1000$. Hagan sus cálculos: la implicación nos beneficia
a todos, de muchas formas.
Más de 40 años de investigaciones en todo el mundo, así lo demuestran.